A menudo se compara a Schulz* con Kafka. Efectivamente, ambos son judíos, y ambos proceden del Imperio Austríaco; en los dos aparece la misma unión de la tradición bíblica con la cultura alemana; ambos pasan de la realidad al mito. Incluso sus métodos son a veces parecidos: la conversión del Padre schulziano recuerda la metamorfosis de Gregorio Samsa.
A pesar de ello, existe una diferencia fundamental: el mundo de Kafka se dirige hacia el Bien, mientras que el de Schulz cede ante la fascinación del Mal. El primero es un asceta, el segundo un sensualista.
En Sanatorio bajo la clepsidra el mundo de Schulz alcanza su mayor relieve. Un mundo provinciano, de calles invadidas por las malas yerbas, en el mercado semanal o la llegada de un circo son los únicos acontecimientos dignos de mención. Un mundo obsesivo desde cuyo fondo se alza la profética figura del Padre.
*Bruno Schulz nació en Drohobycz en 1892, entonces territorio austríaco. A partir de 1918, Drohobycz pasó a formar parte de Polonia, y en la actualidad pertenece a Rusia.
Su llegada a la literatura puede considerarse casi casual, pues su vocación inicial era la de ser pintor; el azar quiso que el manuscrito de Las tiendas de color canelA- que a Schulz no se le había ocurrido publicar- fuera leído por una famosa escritora de la época, Zofia Nalkowska, que impulsó su edición. La aparición del libro conmocionó los círculos de vanguardia; el público, sorprendido por la extrañeza de los relatos, permaneció indiferente.
En 1937 publicó Sanatorio bajo la clepsidra, obra que le consagró definitivamente. Desde 1936 estaba trabajando en la novela Mesías, destruida durante la ocupación alemana.
En 1941 Schulz –confinado en el guetto judío de Varsovia- pasó a ser criado de un oficial de la Gestapo, un tal Landau, que se interesó por sus dibujos. Otro oficial de la Gestapo, para irritar a Landau, al cruzarse en la calle con Schulz lo asesinó fríamente de un tiro en la nuca. Su vida, para aquellos fanáticos, no valía más que la de un perro.
De las contracarátulas del libro
Sanatorio bajo la clepsidra. Montesinos Editor, Barcelona. 1986.
Un libro es la prolongación de la memoria y la imaginación del hombre Los géneros literarios dependen quizá menos de los textos que del modo en que éstos son leídos el libro empieza a existir cuando un lector lo abre Un libro es la prolongación de la memoria y la imaginación del hombre un libro es la prolongación de la memoria y la imaginación del hombre Los géneros literarios dependen quizá menos de los textos que del modo en que éstos son leídos el libro empieza a existir cuando un lector lo
9.11.07
SANATORIO BAJO LA CLEPSIDRA
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