7.11.07

LA NOSTALGIA DEL MELOMANO


Novela de Juan Carlos Garay * " Una vida no es suficiente para escucharlo todo" Francisco Talavera.

El epígrafe es de un melómano, Francisco Talavera, quien se llama Efe para los menesteres, peripecias y efectos de la novela. Es dueño de Cocodrilo Discos, su almacén de discos, por supuesto, donde lo acompaña Miranda, una joven asistente que comparte su gusto por el coleccionismo delirante de grabaciones en acetatos y elepés, prensados en distintas revoluciones cuando la industria discográfica no era un terreno fértil para la piratería planetaria. Efe recibe una llamada misteriosa de un extraño, Lino Peñalisa, que le ofrece el único tema prensado y grabado una noche sólo como un experimento entre dos famosos músicos: un guitarrista del rock y un cantante salsero. Se trata del sólo de la improvisación de guitarra que Clapton se fajó en los acordes de la canción El ratón en la voz melodiosa de Cheo Feliciano. Peñalisa acude a Efe porque sabe que es un conocedor exhaustivo de grabaciones y se la ofrece para su venta. A partir de esta anécdota de la más pura cosecha original de la ficción se desprende la búsqueda de Efe. La trama entonces se atraviesa con el atiborramiento de datos históricos de grabaciones de melodías muy queridas al narrador-personaje. Para quienes les gusta sentir ese placer que da el coleccionismo, esta novela se convierte en un manual para coleccionistas en los temas musicales apuntados en la trama de la novela. De la música clásica que lo conmueve, Efe dice: "la sonata que me dice que aquí estoy, que voy andando, que la vida es eso y es todo lo que hay." De los tangos y sus letras comenta: "linda como una flor al pasar bajo la quieta luz de un farol." Del "vicio de oír viejo jazz" dice "que si el jazz es una religión, Kind of Blue es la Biblia. Y yo tengo la primera edición de la Biblia". Su gusto táctil por las grabaciones antiguas se transmite en sensacionales descripciones eróticas sublimadas ante la falta de amor del personaje-narrador que monologa con su gato Django. El nombre del animal, al que le falta una oreja, hace alusión como una mofa a la vacuidad sentimentaloide de las letras de estas canciones románticas cuyos discos de baladas no alcanzan a dar la talla de la belleza melodramática de una ópera. Desde el comienzo acudimos mediante una prosa nítida, efectiva e indispensable a los motivos de nuestro melómano, que asume el oír la música como la gran motivación vital y existencial que le permite morigerar el sufrimiento de un amor contrariado. Igualmente, Efe comparte con amigos su gusto mutuo como una especie de cofradía viciosa, carente de psicoactivos marginales porque la música en sí misma ya es para todos ellos un vicio. La trama fluye entre las oídas de los surcos de acetatos y vinilos en el tornamesa, reflexiones sobre el tiempo en la música, y a veces corre como una fantasmagoría por el espacio de una ciudad innombrada, que bien podría ser una Bogotá fragmentada y culta ambientada con mucho calor al principio y con aguaceros repentinos. Una ciudad en la que Efe se pasea por el Sur, condensado entre una zona de tolerancia y laberínticos corredores para llegar al lugar donde habita, el viejo Efra, personaje que le dará información vital si se decide a comprar el tema único de la grabación de El ratón. Para finalizar su reflexión esencial, Efe dice: "Cuando uno ha visitado las entrañas del sonido, cuando uno se sumerge día tras día en las ondas serenas y perfectas de la música, adquiere la conciencia y tú lo sabes, la conciencia de que en realidad no hay nada que decir. Por más que uno trate de contar una experiencia musical, las palabras no lo logran: ésa es la nostalgia del melómano." Merecen oírse estas palabras que amplían el acerbo literario colombiano con obras sustentadas en la música como protagonista tales como Qué viva la música de Andrés Caicedo, Aire de tango de Manuel Mejía Vallejo y Conciertos del desconcierto de Manuel Giraldo, Magil. A oír, pues, estas páginas... *Juan Carlos Garay Acevedo. Nació en 1974. En principio quiso ser intérprete de la guitarra eléctrica, pero luego de aprender varios acordes y tomar una par de clases de solfeo, desistió misteriosamente. A cambio, se decidió por las letras. Estudio periodismo en La Universidad Javeriana de Bogotá, después cursó estudios de postgrado en periodismo cultural en American University de Washington. Durante este tiempo trabajó como corresponsal del Magazín Dominical de El Espectador y fue traductor y realizador de espacios musicales para "La voz de América". Ha traducido al español parte de la obra poética del escritor estadounidense Jack Kerouac. Desde comienzos de los noventa desarrolla una labor de difusión musical en la radio bogotana. Se encarga de la sección de música de la revista Semana , es colaborador de la revista El Malpensante y miembro del consejo editorial de la revista Rolling Stone . La nostalgia del melómano es su primera novela. Hace parte de la Antología de narradores colombianos Calibre 39 de Villegas Editores. 2007. http://www.bogotacapitalmundialdellibro.com/


El Elogio de la lectura

El libro como instrumento de paz

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