Henry James denominó “la figura en el tapiz” al tema en el que un escritor reincide obsesivamente. Manguel sabe que el suyo es la lectura. A él le correspondía escribir Una historia de la lectura, un libro que acarició y hojeó en sueños, antes de que existiera. Un libro que redactó durante el periodo perfecto de siete años, y que comunica la dulzura de lo que se ha hecho con gusto. Humildemente, no lo titula Historia..., sino Una Historia...¿Te has parado, lector, a pensar lo que implica leer una historia de la lectura? Es mucho más que leer una historia de la literatura (cosa que casi nunca es literatura). Este libro sí lo es: está bien escrito y se funda además en una hermosa ficción: supone que entre todos hemos leído la literatura. Después de eso, habría quienes prefieran leer sobre el amor o sobre las aventuras de los heróes...Ya Don Quijote borró la frontera entre libros y mundo. ¿L ocura? Aventura. En ella insiste Manguel, advirtiendo de que hay “ética de la lectura”, igual que hay “ un arte de leer”. Se aprende de infinitos datos preciosos. Por ejemplo, del catálogo de escritores que incrementaron su miopía –algunos hasta la ceguera-, no por escribir, sino por leer, lo cual a la larga “explica” que bajo la tiranía de los jemeres rojos se asesinara a toda persona con gafas. Por si acaso, y aunque ya hay lentillas y cirugías correctoras (no todos los avances de la lectura tienen que ver con los ordenadores), recomiendo al lector que repase en este libro la lista de que, según Óscar Wilde, no hay que leer (y que debería incluirse, según el propio Wilde, en los estudios universitarios). Tomado de Babelia, El País, 12 de enero de 2002.
Alberto Manguel nació en Buenos Aires, es ciudadano canadiense y vive en Francia. Una historia de la lectura. Traducción de José Luis López Muñoz. Alianza. Madrid. 2001.494 páginas.
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