Gao
Xingjian
Obra
dramática en dos actos.
Tres
personajes, que en el encierro; después de la matanza, discuten la imposibilidad de la democracia y
vivir en una dictadura que ha truncado con sangre el ideal de libertad.
Reseña
En
un almacén, que está en ruinas y a
oscuras, se refugian; al principio del drama, una pareja de jóvenes. Entran
allí, escondiéndose de la matanza que acaba de suceder, angustiados por los tanques y de los tiros en las calles
aledañas, que aún oyen y se suceden con incesante frecuencia. En algún momento
perciben un mal olor, y tratando de ver, en la penumbra, ella al palparse su
ropa está manchada de sangre y piensa que está herida, se angustia; el joven la
tranquiliza y ella recuerda, que una
mujer cayó a su lado, cuando comenzaron los disparos de las ametralladoras y
ella huyó entonces confusa a refugiarse junto al joven que la rescata. La joven
decide desvestirse y permanece así.
La
puerta se abre y entra alguien. La pareja discute que debe ser un ladrón. Pero,
quién podría a esas horas, y entre
disparos incesantes ocuparse de robar. Entra un hombre maduro que viene huyendo.
El
hombre se integra al drama, porque decidió huir también de su casa, dejando a su
familia, no quería ser ubicado por las mismas fuerzas represivas del orden
establecido, que tarde o temprano decidirían ir tras él. Entre el hombre y el
joven durante el encierro, entablan duras discusiones respecto de lo ideológico
y el estado de las cosas en lo político de la situación general, de la
necesidad de libertad que ha propiciado la gran manifestación de estudiantes
como de hombres, mujeres y niños que fue
reprimida bajo el tableteo de fuego
incesante de las ametralladoras. El hombre mantiene una postura cínica y descreída
y de desilusión frente a los jóvenes cargados de idealismo y entusiasmo de
héroes, como de anhelos que tienen una visión individual optimista y
esperanzada por cambiar el mundo y ese
estado de las cosas de la política por propiciar una democracia. La discusión
sigue encendida respecto de sus propios intereses particulares y de compromiso
colectivo por seguir la búsqueda de la
libertad y la democracia. El hombre carga un encendedor para prender sus
cigarrillos para fumar de tanto en tanto, con el que también ilumina a destellos la penumbra del lugar donde
están encerrados y refugiados.
El
joven, de pronto decide salir de allí, porque
desde afuera ya no se oye el
tropel de soldados y han cesado los estallidos. De pronto se oyen disparos muy cerca de la puerta.
La
joven se vuelve histérica acusando al
hombre de haberlo matado por su culpa al salir de primero. Y ella, la joven
decide quedarse mientras el hombre musita sólo una angustiosa desesperación. Deciden
quedarse. Allí refugiados.
El
hombre y la joven mujer conversan de los roles de género. Hablan sobre
el amor. Se les despierta un repentino erotismo y terminan haciendo el amor.
Mientras
tanto en el piso del lugar comienza a salir agua turbia.
Después
llega el joven. Cuenta que los soldados
y los tanques siguen vigilantes en los alrededores de la plaza. Que cuando salía los soldados mataron un perro
a tiros. Y él se escondió. Observa y se percata que ha sucedido, algo más,
entre el hombre y la joven. Este le recrimina a la joven su comportamiento
relajado. Ella le dice que ella es dueña de sus actos como de su cuerpo. Lo
acusa de machista. El joven se derrumba en llanto. Quiere salir de allí. Está
desengañado de la joven.
Comienza
amanecer
El
hombre, empieza a vestirse mientras se pone en la boca un cigarrillo. La joven se acerca, se los
quita y los daña y los termina de botar al piso anegado de agua turbia. El
joven está cabizbajo. La joven exclama, qué desierto…
Sobre
la puerta empiezan a oírse los culatazos del tropel de los soldados mientras afuera
sigue oyéndose los estallidos de los disparos…
El
agua adquiere un tono rojo.
La huida
Gao Xingjian
Ediciones El Milagro
208 páginas
La huida
Gao Xingjian
Ediciones El Milagro
208 páginas
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